Immunitat Jordi Casanovas

Seis personas que no se conocen entre sí son convocadas para participar en un muestreo demográfico para la mejora de la gestión de futuras crisis. Las reúnen en una sala sin poder mantener contacto con el mundo exterior. Les han asignado un número y una cajita con dos pulsadores. Uno es verde, y el otro, rojo. Una inteligencia artificial les hará preguntas relacionadas con la gestión política de la pandemia de la COVID-19, y ellos tendrán que votar. Deberán mostrar, así, todo lo que creen que piensan y lo que aún no saben que piensan. La rabia y la frustración, acumuladas tras tantos meses de restricciones, tragedias y desgaste, pronto aflorarán para poner a prueba el sencillo sistema democrático que les ha planteado la computadora: votar sí o votar no.

Como cuenta el director y autor de este montaje teatral, un algoritmo de caja negra es aquel en el que el usuario no puede ver el funcionamiento interno. De la caja negra solo conocemos los estímulos o los datos que entran y los resultados que salen. No sabemos qué ha hecho el algoritmo internamente para pasar de los datos iniciales a los resultados finales. Como nos sucede con algoritmos como el de Google, el de Instagram o el de Netflix, a menudo nos cuesta saber qué piensan esos algoritmos de nosotros para proponernos lo que nos acaban proponiendo.

Pero no solo un algoritmo puede ser una caja negra, también lo puede ser un cerebro o una mente, dentro de la cual nunca podremos acabar de saber qué pasa para responder a unas situaciones de una determinada manera. O también lo puede ser el funcionamiento interno de las instituciones públicas.

Coproducción del Grec 2022 Festival de Barcelona y La Villarroel