La obra incorpora y explora la obsesión por hacer, construir y ocupar el tiempo del ser humano, obviando el “estar presente”, “el ser”. La creación de una idea pero sin sentirla. En Construcción se nutre de la anterior pieza Amigo. Emilio Roig construye, después experimenta y así queda atrapado en la experiencia, todo ello, porque desconoce que la fuente de todo está dentro de él.